viernes, 12 de octubre de 2007

Una cuadra, otra más, son cinco en total. Bajar, oler la noche acercarse a las ventanas, respirar hondo, hay tinta. el día arrima cosas inconexas a la orilla de los pies. Se vuelve a casa. Cinco cuadras separan de donde se esta parado y la puerta. Es jueves a la noche. Es el segundo día de octubre. Las luces derriten la noche en cada una de las esquinas que toca cruzar, en todo el concepto de distancia los pasos suenan a papel, y gimen quemándose.

1 comentario:

luks dijo...

iuujuu!
faa

sigo leyendo

fransuá y estela