lunes, 4 de febrero de 2008

árbol. el código es la combinación y el secreto lo que se ve.
de un árbol cuelgan naranjas. Hay una soga que atraviesa el patio, de allí cuelga la ropa cuando hay ropa recién lavada y a veces también, cuando la ropa se moja por otras razones. Pero siempre se usa para que se sequen las cosas mojadas. No hay sillas ahí, pero casi siempre hay dos sillas y una mesita para el mate. Cuando hay otra cosa que poner que no sea el mate, se usa la misma mesita, pero se le dice mesa. el código es la combinación y el secreto es lo que se saborea. Solo se llama mesita cuando es para el mate. Todo cambia de lugar, lo cual hace que cambie el paisaje. Pero el orden se mantiene igual, el código es la combinación y el secreto es lo que se oye. A él como recurso, en una conversación, le gusta decir el mundo es una infinita combinación del caos, y a ella en la misma conversación, como recurso, le gusta decir aprender a mirar ordena las sombras. Algunas veces cuando dice sombras se refiere a la oscuridad, pero otras veces cuando dice sombras no puede dejar de pensar en el clandestino desasosiego que la dibuja a veces. El pasto, las colonias de hormigas y la mancha de humedad de la esquina de la galería crecen por la época de lluvias, proporcionales al agua que cae del cielo, y del techo cuando se rompe el flotante del tanque. Al subir al techo siempre recuerda que cuando dice caos se refiere a las cosas que pasan y cuando dice combinación a su posible renovación o reorganización para la felicidad, pero también recuerda que algunas veces cuando dice caos se refiere, a las sombras que ella nombra, cuando sombras no quiere decir oscuridad. Su mundo es una infinita combinación de sus sombras. Eso es el algo que a veces lo hace llorar, el sabe que de alegría también se puede llorar, pero el cuando llora no es de alegria. Llorar para adentro provoca un daño proporcional, a la cantidad de llanto que se traga, lo cual provoca un pudrimiento interno proporcional a esas cantidades. El código es la combinación y el secreto es lo que se huele . Ayer él dijo, puse la pava, hoy ella dijo ahí puse la pava, cuando él o ella dicen poner la pava, significa decir, estaría bueno sentarnos a charlar, cuando alguien se sienta a charlar aprende a mirar, aprender a mirarse para ellos implica aprender a abrazarse cada vez mejor. Cuando aprenden a abrazarse, saben que aprenden a amarse. El código es la combinación, el secreto es lo que se toca.

4 comentarios:

luks dijo...

el codigo es lo que se lee
y la experiencia es lo que se disfruta

que buenisimo
que buenisimo marie con M

emd dijo...

Cada vez que contás estas historias donde el mate es el preludio de un lindo abrazo me conmuevo. Nunca olvidé aquella historia de los mates debajo del naranjo y esos ojos que eran un mar atrapado en un frasco, y la respuesta estaba en ese abrazo.
Ahora también los mates, y por qué no, ese abrazo que incluye los cinco sentidos.

maria a secas dijo...

anonimaux: marié con M juasj juas juas !! sabe que disfruto cuando uste pasa por aca y deja florcitas por los rincones siempre son airecito fresco para mi. abraxos!


emd: gracias ! los mates suelen ser preludios de muchas grandes cosas! yo sigo recordando lo del helecho !!! jajaj un matecito pa uste !

sole (...) dijo...

que lindooooooooooooo
como siempre!

muchos besos carnavalezcos!

fransuá y estela